Las emblemáticas cumbres de Asturias, situados en la zona oriental de la región, se alzan majestuosamente sobre los valles y espesos bosques que las rodean. Son también el icono de este espacio protegido de alta montaña, el Parque Nacional de Picos de Europa, autentico paraíso para la fauna y la flora autóctona. 

Es, también, un lugar predilecto para los amantes de la actividad al aire libre, debido a la infinidad de posibilidades que otorga este espacio a sus visitantes. La red de senderos es amplísima y ofrece rutas espectaculares para todos los niveles, cómo la clásica Ruta del Cares. Los cursos de agua se convierten en sitio de recreo para los aficionados al descenso en CANOA o BARRANQUISMO y las empinadas carreteras de los Lagos, son el punto de encuentro de CICLISTAS de todo el mundo. 

La tradición GASTRONÓMICA a es tan variada cómo el paisaje que cambia rápidamente entre ríos que atraviesan profundas gargantas y pastos que suceden a los bosques de robles y abedules. Es esta variedad, quizás, la que otorga una originalidad a los productos de este territorio y , notablemente, a los excelentes quesos como el CABRALES o el GAMONEU.  

Y, por si fuera poco, es el lugar de culto por excelencia de los asturianos puesto que fue en Picos donde, según la leyenda, encontró refugio el Rey don Pelayo y su ejército frente al invasor. CANGAS DE ONÍS y el Santuario de Covadonga son destino obligado para creyentes y aficionados a la historia. 

Pocos territorios concentran tantos lugares emblemáticos en tan poco espacio como Picos de Europa.