La franja litoral que se extiende entre la desembocadura del Sella y el Deva, en la frontera cántabra, es un territorio de espectaculares playas y villas marineras, cómo Llanes o Ribadesella, donde los deportes acuáticos y la tradición pesquera mezclan a la perfección. Cuevas prehistóricas, palacios indianos o huellas de dinosaurios completan la riquísima variedad de actividades que ofrece de esta bella zona de Asturias. 

Es tal la belleza y diversidad de las playas de esta costa que resulta complicado elegir sólo una. Torimbia, Ballota, Poo o Palombina en Celorio son sólo algunas de las playas que, en bajamar, se convierten en extensos y dorados arenales ideales para el paseo o la práctica de deportes cómo el PADDLE SURF o KAYAK de MAR. En días de fuerte oleaje, es preferible aprovechar la oportunidad que nos brinda el mar para disfrutar del espectáculo único de los Bufones, como si de géiseres marítimos se tratara. 

La particularidad del terreno kárstico de la Costa Oriental ha ofrecido refugio a los seres humanos desde la Prehistoria. Así, existen múltiples cavidades que han sido habitadas por nuestros antepasados desde hace mas de 10.000 años. Este es el caso de la Cueva de Tito Bustillo, hoy CENTRO DE ARTE RUPESTRE de Asturias, uno de los conjuntos rupestres más importantes del Arte Paleolítico a nivel mundial y declarada Patrimonio de la Humanidad en 2008. 

Cerca de Ribadesella es posible observar, también, la presencia en esta costa de otros ocupantes primitivos de la actual Asturias. Mucho antes que los “artistas” de Tito Bustillo, dejaron su huella aquí los dinosaurios. Y nunca mejor dicho porque a lo largo de esta costa se encuentra un riquísimo yacimiento de huellas sobre las rocas que, en algunos casos, pueden ser visitadas libremente desde las playas de la zona. Aunque lo más recomendable es visitar, también, el MUSEO DEL JURÁSICO.