Esta colorida villa marinera, fundada en la Edad Media, posee un emplazamiento privilegiado a orillas del río Sella,  protegida del bravo mar Cantábrico  por el Monte Corbero. El agua y la roca marcan el carácter de Ribadesella, desde la hermosa playa de Santa Marina donde se ubican impresionantes palacetes indianos, hasta las cuevas que sirvieron de refugio a nuestros antepasados. Una visita indispensable si estás en Asturias.  

El Sella desciende vertiginoso desde los profundos valles de los Picos de Europa para fundirse con las aguas del Cantábrico en una desembocadura de belleza espectacular. El río se retuerce a su llegada al mar formando un puerto natural que ha servido de refugio para los habitantes de la región desde la Prehistoria hasta nuestros días. En la orilla occidental del Sella se encuentra la CUEVA Y CENTRO DE ARTE RUPESTRE DE TITO BUSTILLO, uno de los conjuntos más importantes de Arte Rupestre Paleolítico declarado Patrimonio de la Humanidad en julio de 2008. Esta “pinacoteca” prehistórica ofrece decenas de pinturas murales datadas entre 33.000 y 10.000 a. C.  que muestran caballos, ciervos, bisontes, ballenas e, incluso, figuras humanas.  

Volviendo al núcleo urbano en la otra orilla del Sella, podemos disfrutar de su agradable barrio antiguo marcado por la vida marinera. Fundada en 1270 por Alfonso X el Sabio, la villa ha vivido siempre en torno a su puerto. La caza de ballena, la pesca fluvial o de alta mar y el comercio marítimo dotaron a esta ciudad de recursos suficientes para financiar la construcción de joyas arquitectónicas tales como el palacio renacentista de Prieto Cutre (actual Ayuntamiento) o la iglesia de Santa María Magdalena. Siguiendo el paseo del puerto por el Paseo de la Grúa, es posible descubrir la historia de la villa a través los 6 paneles del dibujante Mingote que narran los eventos más destacables de Ribadesella. Al final de este camino, se puede acceder a la mejor panorámica del entorno riosellano desde la Ermita de la Virgen de la Guía. Desde la parte alta, se puede contemplar el puerto, la playa de Santa Marina, los palacetes de la ciudad nueva y el meandro que forma el Sella en su desembocadura.   

Es Ribadesella, también, el lugar donde finaliza una de las pruebas deportivas más destacables del panorama nacional, el Descenso Internacional del Sella. Se trata de una carrera de piraguas reconocida a nivel mundial que tiene lugar el primer sábado del mes de agosto y reúne a los mejores deportistas de esta especialidad. Los piragüistas son apoyados por miles de espectadores que acuden anualmente a este evento lo que le ha valido para convertirse en fiesta de Interés Turístico Internacional. Debido a la influencia de esta prueba y a la belleza del entorno natural, el valle del Sella se ha convertido en uno de los lugares más emblemáticos de España para la práctica de CANOA y KAYAK de MAR.